lunes, 5 de noviembre de 2012

SIQUEIROS AMO DEL MURALISMO.

Domingo 05 de agosto de 2012 Viridiana Ramírez | El Universal

  Pintó entre rejas y exilios. Su vida y obra merecen un recorrido, de norte a sur, en el DF Siqueiros incursionó en el mundo de la pintura en 1923. (Foto: Archivo EL UNIVERSAL ) Alistarse al Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza para luchar por la Revolución, lo llevó al conocimiento y contacto puro con las masas trabajadoras, obreros, campesinos, artesanos e indígenas y, sobre todo, a las civilizaciones precolombinas que inmortalizó en bloques de cemento. En Italia, David Alfaro Siqueiros conoció la pintura mural y las obras del Renacimiento. Su influencia se notó en sus primeros murales y éstos pertenecen al Antiguo Colegio de San Ildefonso. En 1923 utilizó por primera vez una brocha y pintó Los elementos, obra en el techo de la primera escalera de San Ildefonso. Muestra a una mujer alada, rodeada de símbolos relacionados con los cuatro elementos. Le siguieron El llamado de la libertad, Los mitos y Entierro del obrero, (tres obreros cargando un ataúd con la hoz y el martillo), dedicado a Felipe Carrillo Puerto.


El Palacio de Bellas Artes fue otro de sus escaparates. En su obra La Nueva Democracia representó a la humanidad libre, mediante una figura que fusiona rasgos femeninos y masculinos; de sus muñecas cuelgan grilletes y su cabeza está coronada por un gorro frigio, símbolo de los ideales de la Revolución francesa. El artista rompió los límites del cuadro al pintar fuera del marco y redondear las figuras para dar una sensación de movimiento; así, la percepción del espectador se vuelve dinámica, de acuerdo con el ángulo de observación. Para este efecto, utilizaba cámaras cinematográficas para emular el ojo del espectador y pintar sobre el mejor ángulo.


En la Sala de Arte Público Siqueiros (Tres Picos 29, esquina con Hegel, Polanco) se exhiben 215 obras que el muralista conservó, ya sea por su valor artístico o sentimental, como el Retrato del Sastre W. Kennedy (1919), con gran influencia de la pintura metafísica de los artistas Carlo de Carrá y Giorgio De Chirico. Imprescindibles son los murales en la Torre de Rectoría de Ciudad Universitaria, Patrimonio Cultural de la Humanidad: El pueblo a la universidad, La universidad al pueblo, Las fechas de la historia de México y Nuevo emblema universitario. La integración de todas las artes que Siqueiros anheló a lo largo de su vida, se hizo realidad en el proyecto de sus últimos años, el Polyforum Cultural Siqueiros. El edificio, concebido por él mismo, muestra 12 lados cubiertos por murales, cada uno con un tema diferente. En el techo del piso superior pintó Marcha de la humanidad en América Latina hacia el cosmos. Los observadores se colocan sobre una estructura giratoria, siguiendo el sentido narrativo de las imágenes, en un juego de luz y sonido.

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