jueves, 12 de marzo de 2009

TALLER DE MURALISMO EN VILLA MARIA CORDOBA. A CARGO DEL MURALISTA CRISTIAN DEL VITTO. PRIMER MURAL EN TECNICA DE ESGRAFIADO DE VILLA MARIA


EL PRIMER MURAL ESGRAFIADO DE VILLA MARÍA CÓRDOBA ( 4 x 7 metros)

A principios del 2008 fui convocado por las autoridades y profesores de la Escuela de Arte Emiliano Gómez Clara de Villa María para dictar dos seminarios de MURALISMO.
Los mismos estuvieron organizados en una instancia teórica y otra práctica en técnica de Esgrafiado.
Los alumnos estaban muy interesados en aprender esta técnica ya que es bastante nueva en el país y no muchos muralistas la trabajan de manera regular al menos.
Al ponerse al tanto del curso que dicto y de mis obras como muralista se contactaron conmigo.
La clase teórica comenzó en el mes de junio en medio de una crisis social en la que el campo cortaba rutas y la ciudad de Villa María tenía sus calles céntricas con leche derramada como modo de protesta de los tamberos, además del desabastecimiento de combustible que hacía de la muy activa ciudad una preocupante desolación.
Creía que desde Buenos Aires no iba a poder llegar a Córdoba pero tuve suerte.
En Villa María me recibieron muy bien y me encontré con gente comprometida hasta la médula con el arte público. Esa gente que es obligación cuidarla y juntarla con otras tantas, que en otros lugares por los que anduve me he cruzado. En fin artistas que suman.
Al conocer la escuela Emiliano Gómez Clara quedé sorprendido por lo nueva y moderna, la envidia de cualquier escuela, aulas amplias y toda la tecnología necesaria, un lujo de la educación pública.
Los profesores no estaban subidos al pedestal de la academia y el conocimiento si no que, demostraron ser parte de una verdadera maquina de arte que, codo a codo con los alumnos soportaron largas horas de trabajo en el muro llenándose de polvo para ver concluido el esgrafiado.
Volviendo al curso.
En la parte teórica dicté los contenidos que están publicados en este blog .
Tomaron mi seminario alrededor de 50 personas entre las que habían alumnos y profesores, todo fue filmado y documentado debido a que se estaba gestando el primer esgrafiado de Villa María.
Les proyecté imágenes, debatimos sobre aspectos de muralismo, las diferencias con la gigantografía mural, el mural abstracto y organicé el trabajo en 5 o 6 grupos.
La consigna era realizar un proyecto para un mural que se situaría en el frontis de la escuela a la vista de todos. Además había que trabajar con una paleta reducida de 5 colores, esto por las características de la técnica.
La temática del mural debería ser la identidad del colegio. Y se pusieron manos a la obra.
Los alumnos, debatieron, se elaboraron infinidad de bocetos ideas, algunas se descartaron, otras se fusionaron dando lugar a otras. También curiosamente se encontraron coincidencias entre grupos, y estas fueron la columna vertebral de la realización del boceto colectivo.
Pasaron los días , las clases y la idea que quedó fue la de representar el camino que debe recorrer el alumno de la escuela hasta llegar a la libertad plena de expresión que solo se alcanza subiendo los peldaños del conocimiento.
El boceto quedó conformado con figuras que suben escaleras espiraladas que entrelazadas se fusionaban en las alas de una crisálida con cuerpo femenino que se liberaba y volaba en un excelente juego plástico de composición.
Habiendo concluído la primera fase del seminario viajé a mi ciudad. Los profesores se hicieron cargo en el intermedio de la organización en lo que se refiere a conseguir los materiales para el esgrafiado, conseguir los fondos, sacando recursos de todos lados.
La comunidad quería tener su esgrafiado como fuera.
Yo por mi parte tenía un gran deseo de promover el esgrafiado y dejar al menos a un grupo que fuera referente del muralismo en su lugar para que sin lugar a dudas se expandiera y creciese.
Finalmente volví en agosto a Villa María a realizar y dirigir el mural esgrafiado, trabajé con el equipo de albañiles, alumnos y profesores.
Todos en un estado de ansiedad tomando notas sobre la preparación del muro, las proporciones de materiales, pigmentos y técnicas de albañilería.
El primer día ordené que se arenara el muro en el que se trabajaría.
Luego encajonamos el perímetro del mural y comencé a trabajar con los albañiles controlando las proporciones ya que estos por lo general alteran las cantidades de cemento para terminar antes e irse.
Comenzamos tipo 7 de la mañana y comenzamos a tirar las capas de colores, todo esto demoró como hasta la 1 de la mañana del otro día.
Para esto profesores y alumnos tomaron nota de todo los detalles ya que tenían pensado hacer algún esgrafiado pequeño en la ciudad como para comenzar por sí solos.
A altas horas de la noche me quedé dando la terminación con un fieltro de la ultima capa para que el dibujo pueda ser pasado sin imperfecciones al amanecer.
Y llegó finalmente el gran día, todo estaba muy bien organizado, se dividieron los grupos y horarios de trabajo, el tiempo acompañó con humedad y pasamos los 28 metros cuadrados de dibujo del mural.
Comencé a esgrafiar con la mirada permanente de alumnos y profesores que al principio tímidamente se animaban a enterar sus espátulas y cuchillos en la blanda mezcla para quitar las partes que sobraban.
Los alumnos habían trabajado el boceto a color por lo que había que seguir el plan del boceto con mi asesoramiento sobre el tratamiento de la imagen esgrafiada y sus texturas.



De aquí en adelante todo era una vorágine de arte, trabajamos en un estado de posesión artística en un ambiente de placer y camaradería, no faltaron las discusiones en cuanto a la composición pero todo en pos del mejoramiento de la obra y no por una intensión de imponer criterios.
El mural de 28 metros cuadrados se concluyó en dos días, todo tallado a mano con cuchillos, espátulas, alambres y con un grado de complejidad de múltiples imágenes superpuestas. Comíamos en los andamios de dos cuerpos, tomábamos mate, escuchábamos música.
Yo por mi parte disfrutaba el ver como se concretaba el primer mural esgrafiado de Villa María y como los alumnos ya tenían planes para volar en futuros esgrafiados.
"Hoy la escuela posee su mural que la identifica el primero de la ciudad. Un mural que no se descascara como los demás murales, sino que perdura como deben perdurar los documentos históricos, ya que entre otras cosas, el mural es eso. Un documento, histórico, político, pedagógico, social humanista y monumental.
Una obra para toda la gente y para todas las generaciones."
Sumando a la alegría de haber concluido mi trabajo en Villa María a los 2 meses me enviaron un mail contándome que ya habían hecho otro esgrafiado.
Me llevo el agrado de haber conocido a buena gente como Gaby, Coqui, Milton, y tantos otros que están presentes en mis recuerdos.

2 comentarios:

  1. muy bonito el trabajo te pediria visitar esta direccion

    www.martinsoria.cl

    y conversar sobre estos trabajos

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